La última misiva
Querida XXXXXX,
Probablemente esta sea una de las últimas misivas mías que recibas y una de las más tristes que cualquier persona puede llegar a escribir. Las circunstancias empero me obligan a hacerlo. Debo apartarte de mí, apearte del sinuoso devenir de mi sendero vital. Es un trecho que debe ser recorrido en solitario con la razón y la soledad de mis pensamientos como únicos acompañantes. Aparcados junto al sendero quedan también los sentimientos que hiciste amanecer. No puedo llevarlos conmigo, muy a mi pesar, pues me lastrarían, minarían mis intentos de alcanzar lo propuesto. Por todo ello te los encomiendo. Si los buscas, los hallarás en el punto donde nuestros relojes comenzarán a dar las horas con dintintos ritmos. Ahí permanecerán hasta que desde el final de trayecto te llame para que los recojas y ambos os unáis a mí para siempre. Esa será tu decisión si el tiempo lo permite. El tiempo para mi decisión ha llegado y me es absolutamente imposible postergarlo otra vez más.
Curiosa estampa la presente donde por el bien del amor se debe renunciar a él temporal o quien sabe si indefinidamente. Con acierto expone la máxima que "el amor es como una montaña rusa". Nuestro vagón se halla en plena ascensión a los sentimientos y sin embargo quiero volver a tierra. Exijo bajarme y no es el vértigo el causante pues en tu compañía ni tan siquiera apreciaba la sensación de altura. Simplemente olvidé algo abajo, algo sin lo cual no puedo acompañarte, algo que no logró saber dónde dejé, algo que ni tan sólo sé si me pertenece ni si alguna vez lo tuve, algo que tu aprecias, algo lo suficientemente valioso como para exponerme a que sigas tu viaje sin mí. Ese algo que es todo para tí.
Aun no he partido y ya quisiera conocer cuando sucederá mi vuelta. Tanto control que descontrola mi interior mientras controla mi exterior. ¿Cómo querer descontrolarte cuando ni descontrolarme puedo?
La hora se acerca y ahora es cuando lo bonito permanecerá como un simple recuerdo de lo que pudo ser y no es y quien sabe si alguna vez será o cuando lo será. Sí, entono el "mea culpa" por pensar que por una vez controlaría o cambiaría. No me gustaría que te abocaras a la desilusión. Me marcho impregnando este mensaje con un perfume que un amigo me prestó pues a él le funcionó. Desprende una suave fragancia a "hasta pronto" con ligeros toques de "espérame". Deseo que tu olfato se sature con él y deseche mis olores previos. Aun huelo a mi olfato recordarte como un "happy heart". Y sin embargo mis ropas apestan a dudas.
Muchos pensamientos me guardo sin expresar pues algo siempre debe quedar en el tintero. Quizás más adelante sea el momento de retomarlos con la serenidad del caminante que comienza a andar con la vista fija en su destino.
Los anotaré uno tras otro como pensamientos filosóficos del día. Llenaré un sinfín de hojas. Lo sabes y lo sé.
Cuántas veces hablamos de lo fácil que era saber qué se debe hacer y lo difícil que es empezar. Ahora difícilmente empiezo a hacer lo que debo y no es tan fácil de saber.
Sabiendo que volveré mejor que me fui me despido de ti.
Israel
Probablemente esta sea una de las últimas misivas mías que recibas y una de las más tristes que cualquier persona puede llegar a escribir. Las circunstancias empero me obligan a hacerlo. Debo apartarte de mí, apearte del sinuoso devenir de mi sendero vital. Es un trecho que debe ser recorrido en solitario con la razón y la soledad de mis pensamientos como únicos acompañantes. Aparcados junto al sendero quedan también los sentimientos que hiciste amanecer. No puedo llevarlos conmigo, muy a mi pesar, pues me lastrarían, minarían mis intentos de alcanzar lo propuesto. Por todo ello te los encomiendo. Si los buscas, los hallarás en el punto donde nuestros relojes comenzarán a dar las horas con dintintos ritmos. Ahí permanecerán hasta que desde el final de trayecto te llame para que los recojas y ambos os unáis a mí para siempre. Esa será tu decisión si el tiempo lo permite. El tiempo para mi decisión ha llegado y me es absolutamente imposible postergarlo otra vez más.
Curiosa estampa la presente donde por el bien del amor se debe renunciar a él temporal o quien sabe si indefinidamente. Con acierto expone la máxima que "el amor es como una montaña rusa". Nuestro vagón se halla en plena ascensión a los sentimientos y sin embargo quiero volver a tierra. Exijo bajarme y no es el vértigo el causante pues en tu compañía ni tan siquiera apreciaba la sensación de altura. Simplemente olvidé algo abajo, algo sin lo cual no puedo acompañarte, algo que no logró saber dónde dejé, algo que ni tan sólo sé si me pertenece ni si alguna vez lo tuve, algo que tu aprecias, algo lo suficientemente valioso como para exponerme a que sigas tu viaje sin mí. Ese algo que es todo para tí.
Aun no he partido y ya quisiera conocer cuando sucederá mi vuelta. Tanto control que descontrola mi interior mientras controla mi exterior. ¿Cómo querer descontrolarte cuando ni descontrolarme puedo?
La hora se acerca y ahora es cuando lo bonito permanecerá como un simple recuerdo de lo que pudo ser y no es y quien sabe si alguna vez será o cuando lo será. Sí, entono el "mea culpa" por pensar que por una vez controlaría o cambiaría. No me gustaría que te abocaras a la desilusión. Me marcho impregnando este mensaje con un perfume que un amigo me prestó pues a él le funcionó. Desprende una suave fragancia a "hasta pronto" con ligeros toques de "espérame". Deseo que tu olfato se sature con él y deseche mis olores previos. Aun huelo a mi olfato recordarte como un "happy heart". Y sin embargo mis ropas apestan a dudas.
Muchos pensamientos me guardo sin expresar pues algo siempre debe quedar en el tintero. Quizás más adelante sea el momento de retomarlos con la serenidad del caminante que comienza a andar con la vista fija en su destino.
Los anotaré uno tras otro como pensamientos filosóficos del día. Llenaré un sinfín de hojas. Lo sabes y lo sé.
Cuántas veces hablamos de lo fácil que era saber qué se debe hacer y lo difícil que es empezar. Ahora difícilmente empiezo a hacer lo que debo y no es tan fácil de saber.
Sabiendo que volveré mejor que me fui me despido de ti.
Israel
2 comentarios
isra -
Tu sabes de qué va eso de necesitar escribir.
Saludos
nane -