El síndrome de las relaciones aceleradas
Hace un tiempo leí por primera vez acerca de esta "enfermedad" en el diario 20 Minutos. No puedo pasar por alto la oportunidad de hacer un inciso para comentar lo mucho que está influyendo la prensa gratuita en fomentar la lectura en unos y la meditación sobre lo leído en otros.
La sintomatología de este síndrome es la siguiente: uno quiere saber al instante si una relación va a fructificar o de lo contrario no merece la pena ni tan siquiera molestarse en empezarla. Se buscan los resultados inmediatos, el carpe díem emocional, que se cumplan nuestras expectativas sobre la otra persona de inmediato. La sociedad en la que vivimos con trabajos que nos ocupan todo el día, actividades extralaborales periódicas y una acuciante escasez de ratos de ocio compartido son los agentes causantes de dicha "enfermedad".
Muchas de las personas que obran así buscan compulsivamente solucionar conflictos de la infancia o esperan que su pareja les rellene huecos vacíos en su personalidad. Acaban por confundir enamoramiento y apego con amor. Y es que conocerse bien lleva tiempo.
Me asalta la duda de si realmente hay alguien que no haya sufrido este síndrome. Si en vez de ser una "enfermedad" rara ha alcanzado ya las cotas de una pandemia. Me viene a la mente las citas rápidas que tan de moda estan últimamente, esas en las que en 7 minutos (o menos) has de conocer a una persona y ver si realmente quieres conocerla más o no. El problema para mi no es el tiempo ya que uno puede conocer a una persona y que por circunstancias excepcionales deba limitar el primer contacto a unos pocos minutos y sin embargo decidir que quiere conocerla más. El problema es cuando eso se industrializa, se hace un negocio. En vez de "Esta tarde salgo con los amigos" la frase se torna en "Esta tarde voy a conocer gente a ver si sale algo" ... realmente triste. Más aun si uno esa tarde no tiene el día para conocer a alguien o para dejarse conocer, como a veces sucede. Jugarte todo por unos minutos me parece algo aberrante.
Una vez conocida una persona que interesa seguimos teniendo a nuestro alcanze la posibilidad de manifestar características del SRA (Síndrome de Relaciones Aceleradas [siglas mías]). Establecer la velocidad a la cual conocerse es uno de los pasos más difíciles dado que nadie quiere perderse la oportunidad de conocer a la otra persona y cerciorarse de la validez de la elección pero tampoco nadie quiere agobiar o sentirse agobiado. En el caso de que la pareja tenga velocidades distintas siempre suele decirse: "Dejémos que fluya naturalmente" lo cual es cuanto menos extraño pues lo natural para uno puede ser antinatural para el otro.
Cabe recordar que las prisas acostumbran a ser malas consejeras. Sin embargo qué difícil es aplicar estos recordatorios a las cosas del corazón.
Se me ocurre asemejar el tema a la conducción. Cada uno debe saber qué tipo de conductor es, por qué tipo de vía circula y qué tipo de coche maneja. Cuanto más seguro sea el coche a mayor velocidad se podrá circular sin riesgo ni para el ocupante ni para el coche. Sin embargo nunca se debe sobrepasar los límites de velocidad urbanos, interurbanos, en autovía y en autopista.
Analízate, analiza tu coche, analiza el tipo de vía y sólo entonces decide: ¿ACELERAR, MANTENER O FRENAR?
Recuerda: LO IMPORTANTE ES LLEGAR.
La sintomatología de este síndrome es la siguiente: uno quiere saber al instante si una relación va a fructificar o de lo contrario no merece la pena ni tan siquiera molestarse en empezarla. Se buscan los resultados inmediatos, el carpe díem emocional, que se cumplan nuestras expectativas sobre la otra persona de inmediato. La sociedad en la que vivimos con trabajos que nos ocupan todo el día, actividades extralaborales periódicas y una acuciante escasez de ratos de ocio compartido son los agentes causantes de dicha "enfermedad".
Muchas de las personas que obran así buscan compulsivamente solucionar conflictos de la infancia o esperan que su pareja les rellene huecos vacíos en su personalidad. Acaban por confundir enamoramiento y apego con amor. Y es que conocerse bien lleva tiempo.
Me asalta la duda de si realmente hay alguien que no haya sufrido este síndrome. Si en vez de ser una "enfermedad" rara ha alcanzado ya las cotas de una pandemia. Me viene a la mente las citas rápidas que tan de moda estan últimamente, esas en las que en 7 minutos (o menos) has de conocer a una persona y ver si realmente quieres conocerla más o no. El problema para mi no es el tiempo ya que uno puede conocer a una persona y que por circunstancias excepcionales deba limitar el primer contacto a unos pocos minutos y sin embargo decidir que quiere conocerla más. El problema es cuando eso se industrializa, se hace un negocio. En vez de "Esta tarde salgo con los amigos" la frase se torna en "Esta tarde voy a conocer gente a ver si sale algo" ... realmente triste. Más aun si uno esa tarde no tiene el día para conocer a alguien o para dejarse conocer, como a veces sucede. Jugarte todo por unos minutos me parece algo aberrante.
Una vez conocida una persona que interesa seguimos teniendo a nuestro alcanze la posibilidad de manifestar características del SRA (Síndrome de Relaciones Aceleradas [siglas mías]). Establecer la velocidad a la cual conocerse es uno de los pasos más difíciles dado que nadie quiere perderse la oportunidad de conocer a la otra persona y cerciorarse de la validez de la elección pero tampoco nadie quiere agobiar o sentirse agobiado. En el caso de que la pareja tenga velocidades distintas siempre suele decirse: "Dejémos que fluya naturalmente" lo cual es cuanto menos extraño pues lo natural para uno puede ser antinatural para el otro.
Cabe recordar que las prisas acostumbran a ser malas consejeras. Sin embargo qué difícil es aplicar estos recordatorios a las cosas del corazón.
Se me ocurre asemejar el tema a la conducción. Cada uno debe saber qué tipo de conductor es, por qué tipo de vía circula y qué tipo de coche maneja. Cuanto más seguro sea el coche a mayor velocidad se podrá circular sin riesgo ni para el ocupante ni para el coche. Sin embargo nunca se debe sobrepasar los límites de velocidad urbanos, interurbanos, en autovía y en autopista.
Analízate, analiza tu coche, analiza el tipo de vía y sólo entonces decide: ¿ACELERAR, MANTENER O FRENAR?
Recuerda: LO IMPORTANTE ES LLEGAR.
7 comentarios
isRa -
isRa
aZaH@rA -
pero... oooooooooommmmmmmmmmmm... ommmmmmmmmmmmmmmmmmmmm... jeje
isRa -
aZaH@rA -
maijo -
quien no a conocido a alguien..que primero le ha llamado la atencion y luego cuando la vuelve a ver por 2vez dice ""madre mia...y este""...o al reves ..no te llama la atencion antes y luego dices que chico/a mas majo/a..?????
bueno esto es mi opinion...se tiene que conocer mas a la otra persona...pq sino ponemos la pata muchas veces...
que complicado es esto del amor!!!!!
un saludo!!
jared -
Cada relacion es un mundo, y cada persona es otro. Asi pues tenemos tres mundos en una misma relacion, cada uno con su particular modo de ver las cosas.
Love is in the air!
nasano -